EL MIEDO A LO DESCONOCIDO
Cuando comenzó a rondar la idea de la inserción de la educación sexual en las escuelas muchos padres, docentes y autoridades de diversas instituciones rechazaban la propuesta debido a la ignorancia acerca del tema.
Hablar de educación sexual no es hablar de un pene y una vagina, del acto sexual o un método anticonceptivo. Es aún mucho más profundo y su estudio sin duda enriquece al ser humano.
Hablar de sexualidad es hablar de uno, de su propio cuerpo, de sus deseos, sus ganas. Hablar de educación sexual es hablar del respeto hacia el otro, cuidar su cuerpo y hacerlo respetar, poder decir no, aprender a poner límites. Se trata del cuidado integral de la salud tanto física, como emocional.
Saber que tenemos derechos y que deben ser cumplidos. Aprender a no discriminar a la mujer por su género. Aprender a hacernos cargo, desde chicos de los actos que involucren a otros. Poder manifestarnos sin sentir vergüenza o temor.
Por todo esto considero un eje transversal e individual a la educación sexual, su implementación, además de ser ley, es fundamental para formar personas responsables y autónomas.
LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO.
Belén Mazzotta
Prof. Educación Primaria